Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Samuel 30, 3-8

3 Cuando David y sus hombres llegaron a la ciudad, se encontraron
con que estaba incendiada, y sus mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido
llevados.

4 David y las tropas que con él estaban alzaron su voz y lloraron hasta
quedar sin aliento.

5 Habían sido llevadas las dos mujeres de David, Ajinoam de Yizreel
y Abigaíl, mujer de Nabal de Carmelo.

6 David se hallaba en grave apuro porque la gente hablaba de
apedrearlo, pues el alma de todo el pueblo estaba llena de amargura, cada
uno por sus hijos y sus hijas. Pero David halló fortaleza en Yahveh su Dios.
7 Dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de Ajimélek: «Acércame el

efod.» Abiatar acercó el efod a David.

8 Consultó David a Yahveh diciendo: «¿Debo perseguir a esta banda?

¿Le daré alcance?» Le contestó: «Persíguela, porque de cierto la alcanzarás
y librarás a los cautivos.»